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Las alertas de entrada y salida de zona le permiten recibir notificaciones automáticamente cuando el localizador entra o sale de una zona preconfigurada. Aunque sean muy prácticas, resultan complejas ya que estén sujetas a las limitaciones de la tecnología GPS. Le ofrecemos una breve presentación de los puntos que debe tener en cuenta a la hora de configurar su primera zona de seguridad.
Los sistemas de geolocalización, como los rastreadores GPS, han revolucionado la forma en que monitoreamos y protegemos a nuestros seres queridos. Sin embargo, la precisión y la rapidez de las alertas varían según varios parámetros. Analicemos las especificidades relacionadas con el tiempo de recepción de estas alertas.
El tiempo que tarda para recibir la alerta no será el mismo para una entrada o una salida de zona. Vimos en un artículo anterior que la precisión del GPS está afectada por varios criterios, entre ellos el hecho de estar dentro o fuera. Esta información es esencial: al interior, la precisión del GPS será intrínsecamente menor (si el localizador recibe la señal GPS), lo que conlleva el riesgo de una falsa alerta de salida de la zona (el sistema podría pensar que el localizador ha salido de la zona cuando no se trata más que de un error de posición puntual).
Por esta razón, aplicamos un margen de seguridad adicional a la alerta de salida de la zona. Este margen aumenta el número de posiciones fuera de la zona antes de confirmar la alerta. El objetivo de esta seguridad es de reducir al mínimo las falsas alertas para no generar stress innecesario. La idea del localizador es, antes de nada, de aportar una tranquilidad y no el revés.
Si el localizador está dentro y no recibe la señal GPS, tardará más en recuperarla cuando regrese al exterior, lo que provocará un retraso adicional para el envío de la alerta de salida de la zona (el tiempo hasta la recuperación de la señal GPS más el tiempo relativo al margen de seguridad de la salida de la zona).
Esto explica por qué las alertas de salida tardan siempre más en recibirse que las alertas de entrada en la zona.
La geolocalización es una herramienta valiosa, pero tiene sus limitaciones. Entre ellas, la delimitación precisa de las zonas seguras es una preocupación importante para muchos usuarios. Veamos el motivo detrás de la forma única de las zonas propuestas por algunos sistemas.
A veces se nos critican por ofrecer una única forma de zona de seguridad, la cual no siempre refleja exactamente la zona real. Es una elección por nuestra parte que tiene en cuenta los puntos arriba y nuestro compromiso de no hacer falsas promesas.
La idea es, en primer lugar, de recibir alertas de entradas o salidas en relación con una zona amplia, no con respecto a la puerta del jardín, por ejemplo. Debido a las limitaciones de la tecnología GPS, la opción de definir una zona «a medida» generaría una gran frustración en la vida real. De hecho, lo normal sería esperar recibir una alerta tan pronto como se pasa por el portal, lo cual es imposible: correría un riesgo excesivo de falsas alarmas y uste acabaría con poca confianza en las notificaciones recibidas.
Distinguir entre diferentes tipos de zonas es esencial para garantizar un uso óptimo de los dispositivos de geolocalización. Enfoque en las zonas exteriores y su especificidad en los parámetros de seguimiento.
Al configurar una zona, se le pedirá que especifique si se trata de una zona «clásica» o de una zona exterior. Por zona exterior entendemos un perímetro que no incluye ningún lugar interior, como un parque por ejemplo.
Si marca la opción de zona exterior, eliminaremos el margen de seguridad de la salida de la zona, lo que le permitirá disfrutar de una mejor capacidad de respuesta durante una alerta (como el localizador no está sujeto a los errores de posición que pueden ocurrir al estar al interior, no hace falta añadir este margen). Preste atención a indicar esta información correctamente al crear su zona.
Tenga siempre en cuenta esta información cuando configure una zona. Le ayudará a elegir la mejor configuración posible: alerta de entrada y/o salida de zona, radio de la zona, zona exterior o no. Por último, evite crear zonas demasiadas cercas las unas a las otras, ya que podrían surgir conflictos entre los márgenes de seguridad de cada una de ellas (si el localizador no ha salido oficialmente de la primera zona antes de entrar en la segunda, no se emitirá ninguna alerta).
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